El mercado de inversión inmobiliaria en España ha experimentado grandes cambios en cuanto a criterios de inversión y tipo de inversores hasta alcanzar niveles de recuperación equiparables a los de antes de la crisis.
El mercado inmobiliario de inversión en Barcelona y en España en general, vivió una década de expansión desde finales de los noventa hasta 2007 y no fue hasta 2013 que se volvió a percibir una recuperación favorable para el inversor.
A partir de este momento el dinero empezó a fluir y los favoritos del momento fueron fondos de inversión distressed y de high value added.
Este tipo de actividad se fue extendiendo a todo tipo de perfil de inversores, tanto locales, como estatales e internacionales.
Los activos adquiridos eran tanto deudas inmobiliarias como grandes volúmenes de inmuebles a precio mayorista.
Cabe destacar que el 2014 fue un año de un volumen de actividad extraordinaria comparado con los años que le precedían; el año se cerró con un record post-crisis de inversión inmobiliaria.
El volumen acumulado en el tercer trimestre de ese año superó los 5.000 M€, mucho más alto que el volumen de todo 2013, por más de 1.270 M€.
Gradualmente, a partir del 4º trimestre de 2014 y especialmente en Madrid y Barcelona, los activos más buscados por los inversores de gran volumen eran core y value added de riesgo controlado.
Este tipo de inversión ha permanecido durante el 2015, produciendo una escasez y reticencia a la venta de este tipo de inmuebles y una baja de las rentabilidades en las nuevas operaciones.
Esto viene dado por el mantenimiento de las rentas e incremento de precios de inmuebles bien arrendados en prime y primeras y segundas líneas.
La diferencia principal entre lo que sucede hoy y lo que se venía dando en los últimos años, es que esta tendencia creciente de interés por activos value added empieza a apostar por asumir mayor riesgo y vemos por fin el resurgimiento del gran olvidado en estos últimos años, los solares.
La tendencia de estos últimos meses ha producido una cantidad de cierre de operaciones de solares como no se veía desde el 2008, sobre todo en el centro de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona y en sus respectivas áreas metropolitanas, en zonas consolidadas y de nueva expansión.
A diferencia del último ciclo, la tendencia ha pasado de promotores nacionales que compraban y desarrollaban el suelo, a grandes y medianos fondos de inversión extranjeros que hacen JV o acuerdos con promotores y gestores nacionales para desarrollar principalmente vivienda de primera residencia en zonas de alta demanda y densidad urbana.
Los promotores locales y nacionales en España tienen delante una gran oportunidad para asociarse con estos inversores extranjeros, si no la aprovechan podría convertirse en una amenaza.
Arthur Tell – Consultor Inversor de Forcadell
Las cuestiones clave del Foro de Inversores de SIMA