En Barcelona ya no quedaban prácticamente tranvías. Las cocheras se estaban utilizando como depósito de todos los vehículos que no funcionaban. La compañía Tranvías de Barcelona decidió poner estas cocheras a la venta para que en su lugar se edificaran viviendas. El señor Forcadell negoció la compra de la cochera situada en el barrio de Gràcia de Barcelona, en la manzana rodeada
por las calles Bruniquer, Sant Lluís, Joan Blanques y Torrent de les Flors. El proyecto, que preveía dos plantas y media de subterráneos para aparcamiento de vehículos, más 20 tiendas y 128 viviendas de renta limitada, se construyó y vendió en cuatro años. Sin duda, era la promoción residencial más importante que había llevado a cabo la Empresa y la que le dio un impulso decisivo como promotora.