La inversión global mantiene el mercado inmobiliario español en el foco de las operaciones cross-border dentro de Europa. Esta es la percepción que se desprende del reciente foro de inversión de GRI (Global Real Estate Institute) en Madrid, donde además se ha constatado que el inversor extranjero confía en las posibilidades del mercado español.
Los indicadores dibujan un mapa de inversión mundial dónde Norte América se presenta como la destinación más popular para los inversores y la sigue de cerca Europa Occidental. Encabezando el ranking europeo está Londres y sumando Barcelona y Madrid, España se sitúa en segunda posición por delante de París, Berlín y Varsovia.
A pesar de que se sigue reclamando una mejor estabilidad política, el mercado inmobiliario se muestra competitivo y atractivo des de diferentes ángulos para seguir realizando inversiones en el territorio.
Si hacemos una comparativa con los mercados europeos que también captan parte de la inversión extranjera, encontramos que el mercado en España ofrece rentabilidades más apetecibles para el inversor que otros mercados como París y Londres con precios más caros.
En el caso de sus competidores más directos en el sur de Europa como podrían ser Italia y Portugal, España sigue ofreciendo un mercado más competitivo por sus dimensiones comparado con Portugal y porque ofrece una percepción legal y una estabilidad económica superior a la de Italia.
Las estrategias de inversión más populares son sobretodo value-added y core, dejando atrás los oportunistas que tuvieron su momento de volumen de actividad a mediados de 2014.
Pero ¿en qué consisten estas estrategias y donde podemos encontrar producto de estas características?
Es una estrategia de ratios de riesgo moderado. Este tipo de activos son propiedades con buena ubicación, de nueva construcción y con un nivel de ocupación elevado o con inquilinos con calidad crediticia alta.
En este tipo de inversiones se obtiene una plusvalía baja e ingresos de alquileres estables.
Este tipo de producto se concentra sobre todo en zonas prime y distritos de y áreas de negocio descentralizadas.
Es una estrategia de inversión de riesgo medio-alto. En este tipo de operaciones se requiere comprar un inmueble para mejorar-lo y obtener una plusvalía adecuada vendiendo en el momento oportuno. Para considerar un inmueble del tipo Valor Añadido deben ser edificios con problemas operacionales, físicos o de ocupación.
Encontramos este tipo de activos en Madrid, Barcelona y todas las ciudades de más de 100.000 habitantes.